Nuestra Vida Comunitaria
"Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca."
Hebreos 10, 24-25
La Caridad será el elemento fundamental de la vida del/a Sierv@, entendiendo que ésta favorece la comunión entre l@s herman@s y el vínculo estrecho con la vida de Jesús.
Es necesario que la
vida fraterna sea reflejada tanto en nuestra vida contemplativa - orante, como
en nuestra vida apostólica, para que puedan reconocer a Jesús por medio del
amor que nos tenemos.
Consideramos como fuentes principales del Amor Fraterno: en primer lugar a la Eucaristía, signo de unidad y expresión extrema de entrega y amor, elemento primordial para la comunión. También la oración personal y comunitaria son el refuerzo y cultivo de la comunión con Dios y por consecuencia, con l@s herman@s.
Debido a que no vivimos en comunidad, es decir, no convivimos en una misma casa, "somos consagrad@s en el mundo", much@s de nosotr@s nos encontramos dispers@s dentro de una misma diócesis, o en diócesis vecinas, e incluso en diferentes provincias de nuestro país, por lo tanto, es necesario que l@s Sierv@s nos ayudemos mutuamente, que haya una sana interacción entre las diferentes comunidades, cultivando un fuerte espíritu de colegialidad/hermandad entre sus miembros, teniendo como eje principal que tod@s estamos cumpliendo una misión común al servicio de l@s herman@s y de nuestra Iglesia.
De todos modos, l@s consagrad@s que se encuentren en una misma ciudad o región, deben establecer momentos de encuentro semanal para compartir la oración, la celebración eucarística, la formación y la vida fraterna.
Sumado a ello, para favorecer la comunión, se establecen encuentros anuales de
oración y formación a nivel diocesano, interdiocesano e interprovincial, al que
cada Sierv@ deberá presentar un profundo empeño por asistir, siendo plenamente
consciente de la riqueza y el provecho que la interacción fraternal aporta a
nuestra realidad de Sierv@s del Amor de Jesús.
Del mismo modo, utilizamos vías de comunicación comunitaria,
diocesana, interdiocesana e interprovincial, para favorecer el acompañamiento
mutuo de l@s herman@s y de las comunidades, la toma de conciencia de la
realidad de cada comunidad y la necesidad de asistencia por parte del resto.
Esto se hace posible a partir del uso de las redes sociales, páginas web, grupos
de Whatsapp, boletines y/o revistas de difusión.
Velamos constantemente por la construcción y sostén de nuestra
vida de herman@s, de modo que nos convirtamos en fiel reflejo de la alegría de
compartir un ideal común y así, experimentemos en carne propia, la gracia de
sabernos hij@s de Dios y, por lo tanto, querid@s herman@s.
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